Los historiadores de los siglos XIX y de buena parte del XX desestimaron la tradición y la historia de los primeros reyes de Roma (Rómulo, Numa Pompilio, Tulio Hostilio) así como la de la fecha fundacional, (753 a.C.), y ambas se catalogaron como meramente legendarias.
Ha sido ya avanzado el siglo XX cuando, gracias a la arqueología y a otras ciencias, se ha logrado revalorizar la tradición sustrayéndola de muchos elementos legendarios y de interpretaciones sospechosas.
Posiblemente, los primeros habitantes de Roma procedían de diversas partes y no tenían ni el desarrollo económico ni cultural de sus vecinos del norte, los etruscos, ni del sur, los sabinos y los latinos.